Eugen Berthold
Friedrich Brecht; Augsburg, 1898 - Berlín oriental, 1956. Escritor alemán. Además de ser uno de los dramaturgos
más destacados e innovadores del siglo XX, cuyas obras buscan siempre la
reflexión del espectador, trató también de fomentar el activismo político con
las letras de sus lieder, a los que Kurt Weill puso la música.
Comenzó en
Múnich sus estudios de Literatura y Filosofía en 1917, a los que añadiría
posteriormente los de Medicina. Durante la I Primera Guerra Mundial comenzó a
escribir y publicar sus obras. Desde 1920 frecuentó el mundo artístico de
Múnich y trabajó como dramaturgo y director de escena. En este entorno conoció
a F. Wedekind, K. Valentin y L. Feuchtwanger, con quienes mantuvo siempre un
estrecho contacto. En 1924 se trasladó a Berlín, donde trabajó como dramaturgo
a las órdenes de Max Reinhardt en el Deutsches Theater; posteriormente colaboró
también en obras de carácter colectivo junto con Elisabeth Hauptmann, Erwin
Piscator, Kurt Weill, Hans Eisler y Slatan Dudow, y trabó relaciones con el
pintor Georg Grosz.
En 1926
comenzó su dedicación intensiva al marxismo y estableció un estrecho contacto
con Karl Korsch y Walter Benjamin. Su Dreigroschenoper (Opera de
cuatro cuartos, 1928) obtuvo en 1928 el mayor éxito conocido en la
República de Weimar. En ese año 1928 se casó con la actriz Helene Weigel.
Será en 1930
cuando comience a tener más que contactos con el Partido Comunista Alemán. El
28 de febrero de 1933, un día después de la quema del Parlamento alemán, Brecht
comenzó su camino hacia el exilio en Svendborg (Dinamarca). Tras una breve
temporada en Austria, Suiza y Francia, marchó a Dinamarca, donde se estableció
con su mujer y dos colaboradoras, Margarethe Steffin y Ruth Berlau. En 1935
viajó a Moscú, Nueva York y París, donde intervino en el Congreso de Escritores
Antifascistas, suscitando una fuerte polémica.
En 1939,
temiendo la ocupación alemana, se marchó a Suecia; en 1940, a Finlandia, país
del que tuvo que escapar ante la llegada de los nazis; y en 1941, a través de
la Unión Soviética (vía Vladivostok), a Santa Monica, en los Estados Unidos,
donde permaneció aislado seis años, viviendo de guiones para Hollywood. En 1947
se llevó a la pantalla GalileoGalilei, con muy poco éxito. A raíz del
estreno de esta película, el Comité de Actividades Antinorteamericanas le
consideró elemento sospechoso y tuvo que marchar a Berlín Este (1948), donde
organizó primero el Deutsches Theater y, posteriormente, el Theater
am Schiffbauerdamm. Antes había pasado por Suiza, donde colaboró con M.
Frisch y G. Weisenborn.
En Berlín,
junto con su esposa Helene Weigel, fundó en 1949 el conocido Berliner
Ensemble, y se dedicó exclusivamente al teatro. Aunque siempre observó con
escepticismo y duras críticas el proceso de restauración política de la
República Federal, tuvo también serios conflictos con la cúpula política de la
República Democrática.
Brecht es
sin duda uno de los dramaturgos más destacados del siglo XX, además de uno de
los líricos más prestigiosos. Aparte de estas dos facetas, cabe destacar
también su prosa breve de carácter didáctico y dialéctico. La base de toda su
producción es, ya desde los tiempos de Múnich, una posición antiburguesa, una
crítica a las formas de vida, la ideología y la concepción artística de la
burguesía, poniendo de relieve al mismo tiempo la necesidad humana de felicidad
como base para la vida.
Con su
dedicación al marxismo, esta postura se hizo mucho más radical y pasó de hacer
referencia a un individuo aislado a enmarcarse en el ámbito del conjunto de la
sociedad: el individuo autónomo aniquilado por el capitalismo (Mann ist Mann,
El hombre es el hombre, 1924/25) consigue nuevas cualidades dentro del
colectivo. Con el personaje que da título a su drama Baal (1922), Brecht
creó un tipo que aparece a lo largo de toda su producción en diversas
variaciones (Schweyk im Zweiten Weltkrieg, Schweyk en la Segunda
Guerra Mundial, 1943) y que se expresa de manera mucho más radical en los
fragmentos Untergang des Egoisten Johann Fatzer (El ocaso del egoísta
Johann Fatzer, 1927/30) y Die Reisen des Glücksgotts (Los viajes
del dios de la suerte, 1941).
La posición
opuesta la representan las figuras maternales junto con el colectivo revolucionario
y los dialécticos (Geschichten von Herrn Keuner, Historias del señor
Keuner, 1930). El desarrollo literario de Brecht, que en su lírica pasa
desde un acercamiento crítico a la "Neue Sachlichkeit" hasta formas
de resistencia colectiva (Lieder-Gedichte-Chöre, Canciones-Poemas-Coros,
1934), está influido por la Biblia de Lutero, la obra de Shakespeare y
la Antigüedad Clásica, así como por el teatro asiático y la filosofía china.
Brecht
entiende la filosofía como la doctrina del buen comportamiento, una categoría
que resulta fundamental en su obra. En este sentido entiende sus textos como
intentos progresivos de provocar asombro, reflexión, reproducción y cambios de
actitud y de comportamiento en el espectador. Para ello utiliza el conocido
"efecto de distanciamiento" ("Verfremdungseffekt"), que no
debe ser entendido sólo como una técnica estética, sino como "una medida
social". Sus intentos dramáticos más radicales de carácter pedagógico y
político son Lindberghflug (El vuelo de Lindbergh, 1929), Das
Badener Lehrstück und der Neinsager (La parábola de Baden y el que decía
que no, 1930), Die Maßnahme, (La medida, 1930), Die
Ausnahme und die Regel (La excepción y la regla, 1930) y Die
Horatier und die Kuratier (Los horacianos y los curacianos, 1934);
en todos ellos se pone de relieve una fuerte separación entre escenario y
espectador.
Con la
llegada del nacionalsocialismo todos estos intentos revolucionarios perdieron
sus presupuestos sociales. En el exilio, Brecht escribió sin publicarlas
algunas de sus piezas más conocidas: Leben des Galilei (Vida de
Galileo Galilei, que apareció en 3 versiones: una danesa de 1938-39, otra
americana de 1945-46, y la tercera, berlinesa, de 1953-55), Mutter Courage
und ihre Kinder (Madre Coraje y sus hijos, 1939), Der gute Mensch
von Sezuan (El hombre bueno de Sezuan, 1943), Herr Puntila und
sein Knecht Matti (El señor Puntila y su criado Matti, 1940), aparte
de escritos teóricos sobre teatro (Der Messingkauf, La compra de
latón, 1939/40) y algunos apuntes para unas novelas (Tui-Roman, Novela
de Tui, 1930/42; Die Geschäfte des Herrn Julius Caesar, Los
negocios del señor Julio César, 1938/39). Con sus análisis sobre el
fascismo y los Svendborger Gedichte (Poemas de Svendborg, 1939)
tomó parte activa en la lucha antifascista.
Condicionado
por la situación social, tras 1945 trabajó sólo en obras de carácter didáctico,
olvidando sus experimentos de los primeros años. Tal vez esto fue lo que le
convirtió en un clásico hasta el punto de que el teatro actual (tanto en la
antigua RDA como en la antigua RFA) sería impensable sin él.
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